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Vitamina E
Un poderoso antioxidante
Se sabe que algunas vitaminas eliminan los radicales libres en el cuerpo humano y los vuelven inofensivos. Además de las vitaminas A y C, este grupo de los llamados antioxidantes también incluye vitamina E (tocoferol). Los radicales libres son compuestos agresivos que resultan de reacciones químicas, el tabaquismo, el estrés o la exposición a rayos de alta energía como el sol o los rayos X. Dañan las proteínas del cuerpo, la estructura de las células y también el ADN.
Dado que la vitamina E no es producida por el propio cuerpo humano, debe suministrarse externamente a través de alimentos como aceites vegetales, nueces o suplementos dietéticos.
Vitamina E
- Ayuda a proteger las células del estrés oxidativo
Según la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE), la dosis diaria recomendada de vitamina E es de 12 a 14 miligramos. Las mujeres embarazadas y lactantes generalmente deben consumir un poco más de vitamina E que otras personas. Además, la necesidad también se incrementa en fumadores, en personas con sistemas inmunitarios debilitados o enfermedades del corazón y en fases estresantes de la vida.
La vitamina E solo la producen las plantas, pero también llega a los alimentos de origen animal a través de la cadena alimentaria. Sin embargo, su contenido de vitamina E es significativamente menor. La vitamina E se encuentra en mayor cantidad en aceites vegetales como el aceite de germen de trigo, el aceite de girasol o el aceite de oliva y en los gérmenes de cereales.
La deficiencia de vitamina E es rara en una dieta equilibrada. A veces, las personas que consumen una dieta muy baja en grasas o muy desequilibrada durante un largo período de tiempo no obtienen suficiente vitamina E. Otros factores de riesgo son ciertas enfermedades crónicas en las que se puede interrumpir la absorción de las grasas de la dieta a través de los intestinos. Estos incluyen, por ejemplo: enfermedad celíaca, pancreatitis crónica, síndrome del intestino corto después de una cirugía intestinal, enfermedad de Crohn del intestino delgado, enfermedades de las vías biliares. Los bebés prematuros también pueden estar en riesgo.
